EL TONO EN LA ESCRITURA


El tono en la escritura refleja la actitud del autor respecto del receptor al que se dirige. Su finalidad es la de potenciar el valor del mensaje y está íntimamente ligado a la intención con la que el texto está elaborado. El autor dotará al texto de un estilo personal (relacionado con la subjetividad) o impersonal (relacionado con la objetividad) en función del tema tratado, de la intención comunicativa que lo aliente y de la reacción o actitud que espere del receptor.  

Dependiendo de la carga subjetiva del texto, el emisor puede adoptar gran variedad de tonos: neutro, solemne, irónico, crítico, humorístico, alegre, desenfadado, cordial, impositivo, efusivo, indignado, ingenuo, reflexivo, melancólico, optimista, pesimista, formal, informal, etc.