EL MAESTRO SUFÍ
El Maestro sufí contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma...
- Maestro –lo llamó uno de ellos una tarde-. Tú nos cuentas los cuentos, pero no nos explicas su significado...
- Pido perdón por eso –se disculpó el maestro–. Permíteme que, en señal de reparación, te invite a un rico melocotón.
- Gracias, maestro -respondió, halagado, el discípulo.
- Quisiera -continuó el anciano-, para facilitarte el trabajo, pelar tu melocotón yo mismo. ¿Me permites?
- Sí. Muchas gracias – dijo el discípulo.
- ¿Te gustaría que -añadió el maestro-, ya que tengo en mi mano un cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo comerlo?...
- Me encantaría... Pero no quisiera abusar de tu amabilidad, maestro...
- No es un abuso si yo te lo ofrezco- contestó el sabio.-Sólo deseo complacerte... ¡Un momento! Permíteme que te lo mastique antes de dártelo...
- No, maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! -se quejó, sorprendido, el discípulo.
El maestro hizo una pausa y dijo:
- Si yo os explicara el sentido de cada cuento sería como daros a comer una fruta masticada...
ACTIVIDADES
Recuerda que no debes contestar con monosílabos. Redacta tus respuestas y justifícalas siempre (di el por qué de tu respuesta y cómo lo has sabido).
- ¿Cuál es el tema del cuento?
- ¿Cuál es la enseñanza del maestro?
- ¿Qué te parece la actitud del discípulo?
- ¿La mayor parte de las personas tiende a comportarse como el discípulo o como el maestro?
- ¿Con qué signo de puntuación se indican los diálogos?
- ¿En qué persona está el narrador? ¿Y los diálogos?
- ¿Qué tiempos verbales se utilizan en el cuento?